Kong - Parte 1

No ha muerto todavía... pero esta cerca. Inconsciente... pero soñando.

Sueña con los momentos antes de que se volviese todo negro.

Las olas lamían los fuertes muslos de Kong, salpicándole las colgantes bolas, haciéndolas flotar en el agua fresca. En cualquier otro momento, esto hubiera servido para derramar su virilidad y volcar su carga de leche en el mar. Pero no ahora. Ahora era momento de soñar.

Sangre. Rabia. Muerte. Ni incluso el coma pudo aliviar el dolor de la oscura historia de Kong. Imágenes de los culpables que cayeron bajo su espada infundieron sus pensamientos. Los que merecían morir... y los inocentes.

Si. Hubo inocentes, e hicieron tambalear el alma de Kong. Todos murieron bajo los cortes y los espadazos de las manos de Kong empapadas de sangre.

Su ira no discriminó quién debía morir y quién debería vivir ese día. Y ahora las visiones de los inocentes mutilados los perseguía.

Ahora era tiempo de soñar...

Los sueños eran agitados y violentos, como las olas de la noche anterior.

Horas antes, Kong se había retirado para pasar la noche. Pero la tormenta en el mar no lo dejo dormir bien. Lo puso inquieto, sentía como golpeaban las olas implacables contra el casco de la nave.

El agotamiento lo abrumaba, pero le era muy difícil alcanzar la paz para dormir. Se había encaminado en un barco para buscar un lugar y desaparecer de todo lo que era y había sido.

Un lugar donde esconder sus demonios.

-¡Sera!

 - ¿Sorprendido Kong?

- Solo me sorprende que tengas el coraje de aparecer después de la paliza que te di en Shantai.

- Tu padre me va a hacer una mujer muy rica. Un puñado de oro esta puesto sobre tu cabeza, y mi avaricia supera a mi coraje. Sin mencionar que necesito una pequeña VENGANZA!

- No tenemos nada Sera. Te dejaré a ti y a tu padre con vida por hoy.

- Mal movimiento.

 - ¡Ahora vas a morir!

- Arrrrrrrghh!!

- Con tu cuerpo podrido en el mar, quizás finalmente pueda hallar mi pequeño lugar.

- Alguna vez sentiste el dulce hedor de la flor de Tramphis, Kong?

- ¿¡Qué!?

 - La flor de Triamphis... el néctar ordeñado del tallo libera un dulce e intenso olor.

- El néctar tiene muchos usos para los nativos en Shenobi. Encontré varias pociones hechas con este néctar, que pienso usar.

- Ayeeeeee!!

- Eres una perra...

- Ten cuidado ahora.Kong, podrías hacerte daño. El veneno elaborado con el nectar de Triamphis te hace perder el equilibrio, como uno de sus primeros síntomas.

Atacara tu Sistema Nervioso Central primero. Te darás cuenta de que tu voluntad se está disolviendo...tus pensamientos están siendo despojados de la capacidad de actuar por sí mismos.

Eres un luchador increíble, Kong... pero ya no podrás pelear a medida que el veneno se distribuya en tus venas. Tu no lo sabes, pero ahora eres mi mascota.

Ahh y me olvidé de decirte que morirás en 48 horas.