Este blog no se responsabiliza por el uso inadecuado ni la difusión de su contenido.

5 de junio de 2012

Conan, el Barbaro

Conan el Bárbaro, (también llamado Conan el Cimmerio o Conan de Cimmeria) es un personaje de ficción creado en 1932 por el escritor Robert E. Howard para una serie de relatos destinados a la revista de relatos pulp Weird Tales. Es el anti-héroe, un icono de la fantasía americana y el bárbaro más famoso de la ciencia ficción.1 Sus relatos suelen ser clasificados dentro de la fantasía heroica o la espada y brujería.2 Desde su creación ha aparecido en libros, historietas, películas, programas de televisión, videojuegos, juegos de rol, de mesa y en otros medios. Vivió en la ficticia Era Hiboria, en una época fantástica comprendida entre los años del hundimiento de Atlantis —una isla que Howard ideó basándose en el mito de la Atlántida— y los de las migraciones de los arios. 

Hijo de un herrero de las tierras norteñas de Cimmeria, nació en un campo de batalla. Muy joven, tomó parte en el saqueo de Venarium, puesto fronterizo con Aquilonia, y poco después se unió a una banda de Aesir. En Vanaheim, conoció a un hechicero llamado Shaman que le mostró una visión del futuro en la que se coronaba rey del más poderoso de los reinos hiborios. Atravesó todas las naciones de la Era Hiboria durante varios años, interfirió en los planes del hechicero estigio Thoth-Amón, que fue uno de sus enemigos más recurrentes, y mientras fue mercenario en el mar Interior de Vilayet fue perseguido por los soldados del hechicero Kharam-Akkad, pero salvado por la mercenaria hirkania Red Sonja. Antes de asesinar al hechicero, este le mostró una visión en un espejo en la que aparecía representado como un león.
En el puerto de Messantia, se vio forzado a huir de las autoridades y se embarcó en la nave Argos, hacia Kush y los Reinos Negros. La nave fue atacada y hundida por el Tigress, barco pirata al mando de la shemita Bêlit, llamada «La Reina de la Costa Negra». Se enamoraron, y juntos se dedicaron a saquear las naves de los reinos hiborios durante dos años. Los nativos de las islas Negras lo llamaron Amra, el León, con lo que entendió el sentido de la profecía de Kharam-Akkad. Después del salvaje asesinato de Bêlit, fue tentado por el mago Zukala, para elegir entre preservar la vida de Red Sonja o recuperar a Bêlit. Decidió no sacrificar a la hirkania.
Fue pirata en las islas Barachanas, capitán de los bucaneros zingaros, mercenario en Estigia y los Reinos Negros, fue jefe del ejército aquilonio y hecho prisionero por el rey Numedides al que asesinó posteriormente, proclamándose rey de Aquilonia. Allí tomó por esposa a Zenobia a la cual tuvo que rescatar tras recorrer medio mundo y con la cual tuvo tres hijos: Conn, Taurus y Radegund. Después tuvo varias aventuras con su hijo Conn, pero tras un tiempo Zenobia murió y ante el peligro de las Sombras Rojas, abdicó su trono en favor del príncipe Conn, aventurándose hacia occidente en su barco El león rojo, desapareciendo en el mar Occidental.

A lo largo de los relatos de Howard (que luego se recopilarían como novelas), Conan viaja desde su Cimmeria natal por la mayor parte de su mundo, siendo, entre otras cosas, ladrón, asesino, mercenario, pirata, soldado, general y, finalmente, rey de Aquilonia, el más poderoso de los reinos occidentales. Es un bárbaro, pero no un salvaje ya que se da cuenta de los cambios que se producen en la civilización y que en muchas ocasiones considera que ésta es decadente y muy corrupta, por ejemplo cuando las leyes apoyan a los poderosos en lugar de servir a la justicia, por lo que se rebela. Tiene su propio código moral bárbaro, y la suficiente fuerza e inteligencia para burlar a la ley cuando lo necesita. La única diferencia entre él y el resto de los asesinos de su mundo es su particular sentido del honor.
Robert E. Howard inspiró su personaje en la ruda mentalidad del ciudadano rural del oeste estadounidense, para el cual la ley a veces no es siempre justa ni fácil de entender, sino una compleja trama de la que hábilmente sacan provecho los poderosos. Del mismo modo que los héroes del lejano oeste cumplen objetivos justicieros, aunque a veces sea al margen de la ley (y de la religión), Conan vive amoralmente entre pícaros y guerreros, luchando ocasionalmente por lo que él considera justo, sin esperar recompensa por ello.
Se rebela contra los hechiceros, al considerar la hechicería como un arte que no se basa en el mérito personal, sino en pactos y ayudas sobrenaturales que permiten a alguien débil dominar a los demás. Se enfrenta con frecuencia a los dioses-demonios que pueblan su mundo, aunque no rehúsa pactar ocasionalmente con algún hechicero o sacerdote que demuestre un comportamiento justo. El dios de los cimmerios, Crom, otorga voluntad y fuerza al ser humano, pero no le concede ninguna otra merced en vida ni en el más allá.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Que te pareció?